Siento que juegan conmigo a la ruleta,
dime dónde está el amor que no duele.
Verte lejos y aún así tener que marchar yo, es tan absurdo como dolorosamente real. Siento que la impotencia, la bronca, los celos, están consumiendo a mi cuerpo entero. Marcharme es sentir que dejé atrás mitad de mi alma, pero quedarme es seguir tratando de buscar algo que está perdido hace tiempo.
Me muero por hacerte feliz, pero ya perdí toda mi fe, me caí miles de veces y otras tantas te creí, pensando que eras único y diferente a los demás.
Ya no es tiempo de preguntarme qué puedo hacer, qué puedo ser, para que notes mi presencia y te pese mi ausencia. Tus ojos NO ME VEN, claro está, pero qué tan ciegos son para dar segundas oportunidades a mentirosas, que te dañaron, que te hicieron sufrir, y yo... yo que tanto amor tenía para darte, ni eso hizo que te des vuelta, aunque sea durante cinco segundos a ver cómo la estaba pasando.
Todo lo que tengo en el alma, todo lo que llevo en mi ADN te lo doy, toda mi mochila de sueños, mis pesares, mis deseos, mis pocas fuerzas, las fichas que apuesto las apuesto por vos. Ninguna chica, ningún amor pasajero, ninguna nena disfrazada de mujer, va a poder darte eso sabiendo que no va a recibir nada a cambio.
Qué ciego vos y qué tonta yo, para dejar que
me hagas trizas sin piedad.
Que lindo que escribís ♥ me gustó el texto.
ResponderEliminarmuchas graciass ♥
ResponderEliminar