¿Me abrís?

lunes, 28 de marzo de 2011

¿Y vos qué carajo hacés devuelta en mi corazón?





¿Devuelta acá?, llegás como si nada y mi corazón se vuelve a quedar inmóvil esperando el sonido de tu voz tan perfecta para mí. Nunca creí que serías tan indispensable en mi vida, pero por lo que veo no te movés de acá, te adueñaste de cada parte de mí y ahora, ahora no puedo salir. Cerraste con tus manos el cajón donde tenía mis preciadas alas, las alas que me llevarían lejos de vos, las que me robarían los suspiros y succionarían mis dolores más profundos, las que anestesiarían los malestares. Las alas del adiós.
Te juro que me gustaría estar feliz por vos, por las cosas que estás logrando, pero maldigo a tus amores, maldigo todo lo que te pase cuando no es conmigo. Quiero que seas feliz junto a mí porque sé que podrías serlo. Te quiero entre mis brazos para no soltarte nunca más. Te quiero como ninguna otra en este planeta, y lo sé, por las cosas que dejé creyendo en vos, en mí, en nosotros dos, aún cuando las fuerzas se marchaban.
Las esperanzas, las pocas que me quedaban, se evaporaron en el aire.


Gracias, lo lograste, una vez más hiciste que mi corazón se rompa en miles de pedazos. 

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