Muchas
veces dije “mi peor ‘yo’ es éste, dejalo partir…
Año nuevo no
es vida nueva, es simplemente un nuevo tiempo de los tantos, o la continuación.
No quiero al tiempo, nunca podés esperar nada de él, siempre se va, y nunca lo
podés alcanzar, o al menos de la manera fácil. A veces, creo que es mejor no
pensar en que las cosas pasan tan rápido, habría que desear tanto un instante,
junto a alguien o algo, pensarlo tanto, que cruce por tu mente, que penetre en
ella, hasta que se alargue un poquito más, para poder disfrutarlo, vivirlo, por
mucho, mucho, mucho tiempo más. Hay instancias de la vida, que quisieras que
duren para siempre, casi tanto como una eternidad, pero lo cierto es que
siempre habrá algo mejor, y por ello el tiempo pasa, para demostrarnos que la
vida nos dará más sorpresas, más momentos, de los nuevos y de los de siempre.
No voy a
hablar del 2011, creo que está más que resumido en mi blog, pero decidí que
muchas cosas de las que antes poblaron en él, se irán definitivamente con el
año que se marchó hace tan poco. Creo que uno se da cuenta qué le sirve en la
vida y qué hay que desechar, y lo cierto es… en algún momento los remos se
quiebran ¿o no? Confío en que este año que ha comenzado hace unos pocos días me
va a traer más sorpresas, más momentos, más cosas nuevas. Me quiero renovar, en
todos los aspectos de mí, especialmente en los interiores y “espirituales”, lo
que sé es que realmente no puedo pedir más nada de lo que estoy viviendo este
2012 que recién empezó, no pude haber dado mi primer paso mejor y el resto… el
resto luego se verá.
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